Es incalculable la cantidad de negocios que no se concretan porque el vendedor nunca escuchó las necesidades reales del cliente. Y es que los coléricos y los sanguíneos siempre tienen algo que decir o algo que hacer pero rara vez entre sus planes está escuchar.
Cuando encaramos un proyecto estamos constantemente moviéndonos en el escenario del presente y el escenario del futuro.
Cuando llega una situación de crisis a tu organización lo peor que puedes hacer es quedarte callado. Aunque eso no significa que tienes que actuar precipitadamente.
Hablar en público es una de las actividades que más asusta a las personas. Incluso, los que están acostumbrados a hacerlo reconocen que siempre sienten un cosquilleo en el estómago antes de hablar.
La próxima vez que te toque prepararte para una conferencia o escribir un texto, ten presente a AIDA
Si tuviéramos que poner frente a nosotros una sola premisa sobre este tema, sería la siguiente: el compromiso es con tu audiencia
Cuando un comunicador descubre cuál es su tipo de voz dominante, puede elevar su mensaje, hacerlo más afectivo, más preciso.
Tú tienes cosas que comunicar y quieres que tu audiencia te escuche y te vea, pero la pregunta es, ¿lo estás logrando?
Cuando piensas en la estructura de un contenido hay muchas preguntas que responder, ¿A quién está dirigido? ¿Por cuál medio se va a difundir? ¿Qué tipo de contenido es? ¿Qué quieres lograr en la audiencia?