Desde que estudiamos en el colegio nos hablan de la comunicación, sus elementos y las barreras. Y cuando de barreras se trata se desencadenan varios tipos y entre ellos hay muchos ejemplos.
Se habla de barreras físicas, culturales, semánticas, fisiológicas, psicológicas y administrativas, y toda esa información es válida e importante de conocer. Pero cuando nos vamos a la práctica, al día día, al trabajo en equipo hay una barrera que destaca… No escuchar.
Dicen por allí que la base de las relaciones es la comunicación y para eso es necesario saber escuchar, lo que implica también aprender a estar en silencio.
¿Te ha pasado que alguien está hablando contigo y tu mente está en otro lugar y al final cuando te preguntan algo o esperan de ti una respuesta no sabes qué decir? Pues le pasa a muchas personas, pero no te preocupes, se puede aprender cómo vencerlo.
Aquí te regalo unos tips para aprender a escuchar:
- No juzgues a la persona que te habla. Cuando juzgamos queremos rápidamente hacerlos cambiar de parecer e interrumpir su participación.
- No interrumpas. Permite que la otra persona termine de hablar, espera tu momento para participar.
- Mantén el hilo de la conversación. Una manera efectiva de hacer esto es haciendo preguntas acerca del mismo tema, eso los mantendrá interesados a todos y fluirá la conversación.
- Concéntrate. Pon todo de ti para que tu mente no vuele mientras te hablan, trata de eliminar cualquier distracción: apagar el celular o ubicarlo en un lugar lejos de ti, apagar el tv y hasta cerrar alguna ventana si escuchas mucho ruido que viene del exterior.
- Haz contacto visual. Mira a quien te habla directamente a los ojos, de esta forma entenderá que estás comprometido con lo que te está diciendo y sabe que puede esperar una respuesta tuya.
- Asiente con tu cabeza. Esto los mantendrá a ambos concentrados y a sabiendas de que están en sintonía con la conversación.
- No cortes la inspiración de la otra persona. Ya habrá un tiempo para que tú participes, muchas intervenciones terminan naturalmente y es allí donde la otra persona comienza a hablar.
- Reformula las preguntas. Si te explicaron algo y no entendiste, busca la forma de volver a preguntar pero con un enfoque diferente que te permita entender lo que no pudiste con la primera explicación.
- Mantente atento al lenguaje corporal. Esto ayuda en ambo sentidos, a entender al que está hablando, pero también ayudará a dejar ver si como receptor estás interesado en la conversación.
- Entiende los objetivos o la intención. Saber por qué se lleva a cabo esta comunicación te ayudará a mantenerte atento en todo el proceso, qué objetivos se quieren lograr con ella, de esta manera podremos identificar las necesidades de quien nos habla.

Te doy un consejo más: saber o aprender a escuchar es una virtud que te ayudará con tus relaciones personales o profesionales.