Categorías
Comunicaciones

La productividad es limitada. La creatividad es infinita.

Quizás abriste los ojos tanto como pudiste y pensaste que este título es una falacia, crees que sí es posible producir ilimitadamente, tanto como los sistemas de trabajo lo permitan. Y probablemente tengas razón, pero permítenos presentarlo desde otra perspectiva.

Por ejemplo, veamos algo fácil de comprender como escribir un libro. Un libro no es solo una compilación de palabras, una tras otra sin ilación ni sentido. En caso de que escribas de esa manera puedes llenar hojas tras hojas hasta que logres tantas como para hacer un libro, luego puedes diseñar una portada, imprimir 20.000 copias y colocarlos a la venta. ¿Te parece que el trabajo fue productivo? Alguien puede sorprenderse porque se imprimieron miles de ejemplares pero tú sabrás muy bien que ese indicador no está midiendo el verdadero resultado. Ahora, si quieres vender más de 500 millones de copias tienes que escribir algo como Don Quijote, si apuntas a los 150 millones tendrá que ser como El Señor de los Anillos o si prefieres, puedes intentar algo como El Código Da Vinci y superar los 80 millones de ejemplares vendidos. ¿Qué es lo que hace la diferencia? La creatividad. La creatividad infinita.

Frecuentemente conversamos con directivos o gerentes que no están satisfechos con los resultados de sus organizaciones, aunque las líneas de producción están a su máxima capacidad, el talento humano está motivado, el mercado está en un buen punto y los estados financieros son respetables. ¿Qué es lo que les inquieta? Ellos perciben que la creatividad no está fluyendo en las juntas, que ha transcurrido mucho tiempo con todo igual y que en cualquier momento una startup innovadora o un competidor agudo puede mandarlos a la lona en la pelea por las cuotas de mercado. La creatividad es lo que los hará diferentes.

David Kadavy, autor del libro “The Heart to Start”, dice: Puede que no sepamos todo sobre la creatividad, pero sabemos más que nunca. Las ideas creativas siguen una progresión predecible, viajando a través de etapas. La energía creativa mengua y fluye.

Nuestra recomendación es que tomes un tiempo para dos cosas:

1) Preguntarle a tu equipo si están satisfechos con lo que están haciendo y si han pensado en maneras de hacerlo diferente

2) Quitarte el carnet de tu organización e ir a dar una vuelta por el mercado a ver que están haciendo otros en materia de diseño, empaques, aditivos, funcionalidad, canales, precios, procesos, marketing, etc. No se trata de imitar sino de evaluar.

La creatividad infinita está allí, pero no funciona sola. Cuentan que Pablo Picasso dijo, “Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”.